El viernes cobré una factura que supuso un excedente en mi economía mensual así que me di un capricho. Quería sentir lo que siente alguien que no tiene fin en sus fondos, despilfarrar a lo grande, soltar pasta como si no hubiese un mañana.
Con la tarjeta en la cartera a punto de echar humo hice lo que supuse que hace cualquier rico un día normal: entré en el supermercado a comprar la comida de la semana y, ojo al dato, estaba dispuesto a llenar el carro sin mirar los precios.
Recorrí los pasillos seleccionando todos los productos que necesitaba. Etiquetas desenfocadas. Cosas de marca, buenas, sin aceite de palma ni glutamato. Incluso una botella de licor, la casa por la ventana.
Llegué a la caja y descargué todos los productos. No pasé la tarjeta de descuentos, no la necesitaba. Cargué las bolsas y la casualidad hizo que todo cupiese en las cinco mismas bolsas de siempre. Llegó la hora de pagar y el monto era exactamente el mismo que la semana pasada. No sólo de la pasada, sino de las seis semanas anteriores. Ni un céntimo arriba, ni uno abajo.
Quizás las sombras pueden permitirse el derroche pero en la caverna uno tiene muy pocas chances de cambiar.
Revista Mongolia
Algunas de las viñetas que salieron en la revista. Pueden seguir las viñetas diarias en mi cuenta de Insta (@pato.conde) o en un canal que abrí hace poco en whatsapp haciendo clic en este enlace.
y en El Estafador salieron estas.
Expo
Última semana para ir a ver la expo que tengo en la galería Mäus en Manacor. Para clausurar por todo lo alto hemos decidido juntarnos con David para tocar un pequeño set de hits de Téntol!
Hay cambios, alguna sorpresa y los temas suenan increíbles. Así que apelo a la nostalgia de aquellos que disfrutaron en su momento de este pedazo de grupo que teníamos montado. Un lugar seguro en el que personalemente disfruté de un derroche de creatividad sin precedentes.
Espero que ahí nos veamos.