Ante esa especie de callejón sin salida en el que vivimos los dibujantes que no podemos ganarnos la vida con nuestros dibujos, hay que buscar nuevas salidas. Parece que Substack ofrece algo bastante fácil a lo que yo he pensado siempre que es la solución.
Lo que necesita un autor para poder ejercer libremente su trabajo es un medio que le respalde y esos medios solo necesitan una cosa, lectores. Pero la fantasía de poder tenerlo todo gratis se acabó. Ha quedado más que demostrado que cuando los medios ofrecen todo su contenido gratis, acaban bajando su calidad y los lectores tienen que pagar el precio de chupar anuncions para comprar cosas que no les interesan.
Así que, hasta que no pueda conseguir un medio que quiera publicarme a diario o semanalmente (objetivos laborales de siempre) iré haciendolo a través de este canal. Es decir, una gran parte de lo que meta aquí será de pago, en busca de lectores y lectoras que realmente quieran ver mi trabajo.
Así que esta semana volveré a enviar una news con todo lo que voy a hacer y cuánto costarán las suscripciones (prometo que será algo muy asequible).
Bueno, aparte de esto, quiero compartirles una animación que he publicado hoy en la Revista Mongolia. Es un formato que me encanta, normalmente la viñeta es más rápida en cuanto a ideas pero, como esta tenía varias capas, he optado por hacer algo parecido a los que hace Ann Telnaes con sus viñetas animadas (salvando las distancias).