Matar internet
Buscar refugio
Bien temprano por la mañana, después de ojear el diario y confirmar que seguimos siendo cómplices de un genocidio, rompí mi récord de uso de Instagram. Me bastó un solo post para cerrarlo inmediatamente.
Era una de esas publicaciones destacadas de una cuenta que no sigo a las que el algoritmo premia por haber sido muy visitada en un margen muy corto de tiempo. El diario ABC de Córdoba (@abccordoba) publicaba un video anunciando que Los Simpsons visitan Córdoba.
En menos de doce fotogramas podemos ver que es un video hecho con inteligencia artificial, no es que la delegación de turismo cordobesa haya desenfundado la chequera para contratar a Matt Groening y así atraer la atención de los que sentimos autentica devoción por los dibujos noventeros. No, al parecer una mandamás de la IA llamada Sofia Mape ha creado este contenido (no le llamemos animación, por favor, porque lo último que encontramos en los personajes es alma) por amor a su tierra.
Captura de pantalla de uno de los frames (Gracias algoritmo por destacar el comentario de Sandra Lodi así sé que una de mis dibujantes favoritas está de mi lado. En realidad, supongo que todxs lxs dibujantes están de mi lado, pero sigamos…)
Voy a dejar de lado el debate de si la IA sí o si la IA no porque ya me cansa un poco el tema. Vamos a lo siguiente. Una vez que este tipo de contenidos se injertan en las mentes de los usuarios, sé da por bueno, fascinante, fantástico, “Wow, lo que puede hacer el ordenador, tan rápido, robando derechos de autor y sin que nadie haga nada, alucinante”, etc…, solo queda la caja de comentarios para que los detractores sigan cagándose en el invento (siempre hay que consultar la caja de comentarios).
Allí me encuentro con un primer texto que dice así:
Entonces, y aquí viene lo que lleva dándome vueltas a la cabeza desde entonces, ¿esta tal Rocío está haciendo un comentario sarcástico del que solo podemos saber que está diciendo lo contrario al decir “me lo he pasado genial intentado adivinar dónde estaban los Simpsons”, osea menuda mierda de vídeo, no hay manera de adivinar que eso es Córdoba, o que ha pasado un buen rato adivinando quienes son los Simpsons y así le da la vuelta a todas los adjetivos, emojis incluídos, o está siendo sincera y en su halago a sacado a relucir que en realidad se ha divertido gracias a que el resultado es una mierda?
Al parecer las respuestas optan por la vía del halago puro y duro. Sacan los argumentos de siempre, el tiempo que le ha tomado (como si una creación artística se validara a través de él), que solo ha escrito un código, que menudo fraude y tal.
Si empezamos a perder la comprensión lectora y nuestra capacidad crítica (o igual eso es mucho pedir). Si empezamos a perder la capacidad de expresarnos claramente y dejamos que la IA lo haga por nosotros, habremos perdido una batalla. Si delegamos la creación y expresión artística a la IA habremos perdido otra. Pero si delegamos la toma de decisiones, escrituras de comentarios, contestaciones de correo, etc… a la IA, habremos perdido la guerra. Llegaremos a tener un internet lleno de bots hablando y creando cosas para ellos mismos dando paso a la teoría del “internet muerto”. Así y solo así, nos despojaremos de este invento de una vez y volveremos a ser humanos.
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Una cosilla antes de acabar. Con respecto al genocidio en marcha lo mínimo que podemos hacer a diario es posicionarnos en contra. Exigir a las autoridades que nos representan que hagan todo lo posible para pararlo de una vez. Si alguien conoce alguna otra vía, que me la haga saber.
Hoy en la revista Mongolia
Ah! y una viñeta en formato de tira que salió en el especial de verano.
Gracias, Pato, buena reflexión ;-)
Me recordó al post de David Hurtado: La IA no corrige la estupidez humana. La amplifica.
(https://open.substack.com/pub/davidhurtado/p/la-ia-no-corrige-la-estupidez-humana?r=1o7p96&utm_campaign=post&utm_medium=web&showWelcomeOnShare=false)