Llevo unas tres semanas publicando viñetas a diario. No es que me sobre el tiempo o que esté “a tope”, es simplemente un ir al gimnasio para mantenimiento. Muchos lo saben, no creo que en la inspiración ni en esas musas que aparecen y nos resuelven la papeleta. Me parece una justificación bastante trucha para decir que no podemos resolver la hoja en blanco.
El riesgo del hacer diario es que no siempre las ideas son acertadas, o quedan bien resueltas. En eso ayuda mucho ir publicando en medios tan libres somo Mongolia o El Estafador, siempre hay comentarios y muchos son muy útiles. Además, otra cosa que defiendo es la corrección de las obras supuestamente acabadas. Hay una pequeña cantidad de mis originales que no son iguales a la imagen final y eso es porque cuando los escaneo y paso al ordenador, descubro cositas que corregir.
Esto mismo me pasó ayer con una viñeta que voy a publicar mañana. Prometo hacer un pequeño texto de proceso en la siguiente entrega del newsletter para que sepan de qué hablo.
Les dejo el resumen semanal.
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