Hola a todos. Justo antes de empezar a escribir este boletín estaba revisando la fecha de la última publicación y fue en febrero. Seis meses han tenido que pasar para cerrar una idea que llevaba dando vueltas en mi cabeza desde hace unos dos años más o menos.
Seis meses se dicen rápido porque la verdad que para mí fueron dos días. Discutiendo con gente cercana que también se sumergen a menudo en el mundo de las ideas, coincidimos en que hay que naufragar en esa especie inframundo, sufrirlo y salir a flote con una salud mental fuerte para arrancar con algo nuevo.
Después de cerrar “Historias del espacio exterior”, un proyecto que para mí fue un gran éxito, quería recuperar la dinámica de publicar una viñeta diaria. Pero no quería hacer cualquier cosas. Tenía como muchas líneas de trabajo, con diferentes personajes, diferentes tipos de humor y diferentes diseños de narrativa que parecían imposible que encajaran. Si empezaba con algo, no veía la manera de que me cuadrara con lo otro. Así entré en un loop de que no veía la salida.
Hasta que un día di con la fórmula.
Pasé semanas enteras leyendo clásicos de la historieta, algo que tenía claro es que no iba a afrontar un proyecto de novela gráfica, al menos de momento, y decidí que iba a utilizar el formato de tira de toda la vida (Peanuts, Mafalda, etc…)
Tomé la decisión de que este iba a ser el espacio en el que iba a trabajar. Algo totalmente opuesto a lo que sucedía con Historias del espacio que era un cómic muy libre. Pero creo que para esto los límites me pueden ayudar. Tener este recuadro en el que “cualquier cosa puede pasar” (parafraseando a Liniers en una de sus charlas sobre su método de trabajo) puede servir para llevar una línea coherente estructural.
Así nació “Kwyjibo”. Una palabra que me encanta. Nace en una escena de los Simpsons en la que Bart, Homer y Lisa están jugando al Scrabble, y Bart forma esa palabra para sacarse todas las fichas que tiene encima y así dar por zanjado el juego. Luego se inventa la definición y lo demás es historia de la cultura pop.
Y me gustó eso, sacar todas las ideas y mundos que tengo en el bolsillo para juntarlos todos en un mismo sitio.
Otra de las cosas que tenía claro es que no quería volver a dibujar en digital. Todos mis bocetos están en papel y les tengo mucho amor. Mi amiga y dibujanta favorita Ihrlie también me dejó claro que mi línea negra siempre es mejor en papel.
También quiero afrontar un nuevo reto, la pintura con acuarela. En el dibujo de arriba estuve experimentando con personajes que ya tengo, con otros nuevos, ver cómo reaccionaban al volumen de la pintura. Es increíble lo mucho que ganan las cosas cuando puedes tocarlas y sentirlas. Sé que es mucho más trabajo, pero va a valer la pena.
Bueno, no quiero contar mucho más porque aún tengo cosas por decidir. Lo que sí tengo claro es que empezaré a publicar el lunes 4 de septiembre en Instagram y vía newsletter y algún otro sitio que todavía está por definir.
En el próximo boletín les contaré algunas ideas que tengo para financiarlo a ver que les parece.
Una cosita más antes de irme. Este jueves inauguramos una espacio que hemos medio ocupado en el centro de Santanyí junto con Llorenç Garrit y Tià Urrea. Es una casa que está en venta y el dueño nos deja sus paredes para colgar nuestros dibujitos y cuadros. Así que, quedan todos invitados a la inauguración, jueves 17 a las 19:00hs. Les dejo la invitación y nos vemos la semana que viene en la bandeja de entrada.
Enhorabuena por tu nuevo proyecto!! Nos encantará💙💙💙💙