Fui a a comprar unas cuantas cosas al supermercado, no diré el nombre, sólo que empieza por Li y acaba por dl (me encanta hacerle esa broma a mi hija). Estaba paseando por los pasillos, un recorrido automático en el que siempre cojo los mismos productos, y descubrí que había algo nuevo.
En la nevera de productos cárnicos hay una pequeña sección en la que se dedican a hacer fusiones gastronómicas con resultados bastante aceptables. Los creadores de la hamburguesa de pollo con zanahoria estuvieron dándole vueltas a un nuevo concepto, algo que haría atraer a los clientes como moscas: salchichas de pollo con zanahoria.
Sabía que era exactamente lo mismo que las hamburguesas con otra forma, sin embargo, caí en las redes del consumismo y me las llevé.
Ya en la caja, fui poniendo todo lo que levaba en la cinta y, cuando tocó el turno de las salchichas, la mujer que tenía detrás, esperando su turno, dijo “no te vas a arrepentir, esas salchichas nuevas son buenísimas”.
– Supongo que serán parecidas a las hamburguesas.– Contesté.
– No, ya verás, son diferentes y son exquisitas.– Dijo con los ojos entrecerrados y una expresión de placer que me exigía mi confianza en su gusto.
Me limité a sonreir y ver que su compra consistía en tres paquetes de las mismas.
Pagué y mientras rellenaba las bolsas, le cobraron a ella. Me saludó y se fue.
Ya sentado en el asiento del contuctor, ví que ella estaba sentada en el coche de al lado. Mi punto de vista era perfecto para ver como, después de una prospección nasal a conciencia, se llevó el dedo a la boca y lamió hasta no dejar ni una partícula. Después de abrir los ojos para poner punto final a ese goce, el mismo gesto que utilizó para recomendarme la comida, se dió cuenta de que yo la estaba mirando.
Arranqué y me fui.
Una vez en casa decidí no tirar las salchichas y cocinarlas. En ese mismo momento me di cuenta de que puedo discernir entre el artista y su obra.
Esta semana en El Estafador hablamos sobre “futuro”.
También les traigo una invitación para que asistan a una gran exposición individual que inuguraré el día 20 de abril en la Sala Mäus en Manacor. Tendré muchísimas cosas para enseñar y unas cuantas para vender. Quedan oficialmente invitados.